La menopausia y el síndrome del nido vacío.

Menopausia y maternidad tienen varios puntos en común pero el más importante es que cada mujer lo vive de diferente forma, no hay ninguna igual, cada experiencia es diferente.

Con hijos adolescentes:

Yo por ejemplo he sacrificado mi crecimiento personal, mi carrera profesional, las noches de diversión y ocio porque deseaba formar una familia, un nido.

La verdad es que no se piensa mucho, es algo que te arrastra en el día a día, te dejas llevar pero que te hace ilusión y te hace feliz.

Ahora mis hijos son adolescentes y aunque todavía no se han ido de casa, tengo que lidiar con sus cambios hormonales, situaciones de rebeldía, siento que he perdido su control…

Y muchas veces me siento desbordada, siento que me están dejando de lado, me invade una especie de tristeza que me hace llorar.

Este sentimiento, además se potencia por los síntomas de la menopausia, los cambios de humor, los calores, el insomnio. ¿Síndrome del nido vacío?.

Con hijos independientes:

Tengo alguna amiga cuyo hijo (único) acaba de independizarse y tiene el mismo sentimiento que yo.

A la tristeza y sentimiento de pérdida se le une la preocupación por su seguridad, preguntándose si será capaz de cuidar de sí mismo sin su ayuda.

Lógicamente esto no quita para animar a los hijos a ser independientes y que vivan su vida….pero duele, echamos de menos formar parte de su vida diaria. Queda el nido vacío.

Con hijos pequeños:

Por otro lado, otra amiga que tuvo mellizos por tratamiento de fertilidad (con 40 y más) , está pletórica con su maternidad y sus hijos maravillosos.

Pero está entrando en la premenopausia y se encuentra cansada, con cambios de humor, dolores de cabeza, sofocos…

Se encuentra un poco perdida, todo se le hace difícil, le agota el trabajo, la familia, su comienzo de menopausia…y acaba con un sentimiento de tristeza que la desorienta.

Sin maternidad:

Y por último, no hace falta ser madre para experimentar esta sensación de soledad y pérdida personal que se produce cuando nos enfrentamos a una etapa de cambio importante en nuestra vida.

Esta sensación de pérdida no solo tiene por qué estar relacionada únicamente con la salida de casa de los hijos.

Cambios en el trabajo, distanciamiento de personas queridas, en general la sensación de haber dejado de ser necesaria en alguna faceta de nuestra vida en la cual hemos sido casi imprescindible.

¿Cómo superar el síndrome del nido vacío?

Seamos conscientes de ello o no, la menopausia es una etapa en la que nos cuestionamos muchas facetas de la vida lo cual provoca, a menudo, una sensación de pérdida y la sensación de soledad está presente.

La mejor manera de superar el síndrome del nido vacío es: primero ser conscientes y reconocer que estamos en él y segundo darnos el permiso para transitarlo.

Si experimentas sentimientos de pérdida y piensas que puede ser por este motivo, toma medidas.

Aquí van unas ideas:

Acepta el momento. No compares la vida de tu hijo con la tuya o con tus expectativas y concéntrate en lo que puedes hacer para ayudar a tu hijo a tener éxito cuando salga de casa.

Mantente en contacto. Puedes seguir estando cerca de tus hijos incluso si vives separado, visitas, llamadas, videollamadas, etc.

Comparte tus sentimientos: habla con tus seres queridos y amigos cuyos hijos se han ido de casa recientemente o hayan pasado por tu misma experiencia.

Sé positiva y dedícate más tiempo. Ahora tendrás más tiempo y energía para dedicarle a tu pareja, amigos o a tus intereses personales, tiempo para estar tranquila y haciendo lo que más te gusta.

Retoma viejas aficiones o piensa en nuevos hobbies: pinta, cose, restaura muebles, decora esa habitación que siempre has querido, haz ejercicio, apúntate a baile, a clases de cocina, emprende… cualquier actividad que te de satisfacción al hacerlo. Acepta nuevos desafíos.

Da la bienvenida a tu nueva vida

Considéralo como el proceso inevitable para dar la bienvenida a tu nueva vida a la que tus hormonas, tu cerebro y tu cuerpo ya le han abierto la puerta, aun cuando tú todavía no lo sepas conscientemente.

Esforcémonos para que nuestro nido de hoy, sea cada día más acogedor y agradable y disfrutémoslo todo lo que podamos.

¡Es nuestro nido y siempre lo será!

Recuerda que los hábitos saludables son uno de los pilares básicos para alcanzar una vida sana y que debe integrar una alimentación sana, ejercicio físico y control del estrés (a través de una actitud positiva).